viernes, 15 de enero de 2016

Amores venecianos

 
 
"Todos tenemos un libro que nos espera, de la misma manera que a todos nos aguarda un amor en algún sitio: la cosa es descubrirlo."
Rosa Montero
 
 
Siempre he sido capaz de enamorarme de un libro, de amarlo apasionadamente y de sentir que, de alguna manera, había sido escrito para mí. Y al acariciar con mis dedos la tela de sus guardas, sentía que entre los dos surgía algo que iba más allá de lo intelectual, era también una cuestión de piel, y el libro era tan mío como yo era suyo. Por el contrario, aunque algunas veces, pocas, he amado a una mujer con idéntica pasión, nunca he llegado a sentir que me amaran de igual modo, ni que nuestras almas estuvieran cortadas a la misma medida, ni que mi piel se estremeciera con su piel.

Ahora, cuando la decadencia vital comienza a ser alumbrada por los rayos oblicuos de un sol que, definitivamente, se pone, sigo sintiendo la nostalgia de la piel de "esa" mujer a la que nunca conocí. Quizás surja cualquier día y me tropiece con ella sin querer, sería perfecto que ocurriera en cualquier rincón discreto del bello hotel Danieli de Venecia. Una ciudad que muere lentamente, sin que su alma sufra más allá de lo necesario, languideciendo en su belleza día a día lo justo para hacernos sentir la melancolía de su pérdida, que en cierto modo, también es la nuestra.

Quizás ese conmovedor amor sea una simple ilusión, como lo es la idea de que un libro pueda amarme, un sueño trocado en mito lejano que se va quedando atrás, envuelto en la niebla del pasado, perdido en unos años de juventud que sé, no volverán. Pero ¿quién sabe si alguna vez ese amor verdadero pasó por mi lado sin yo saberlo?, puede que sea lo que yo llamo "un amor veneciano". Un amor de esos olvidados que pasó por mis días sin que supiera verlo, que estaba ahí, al alcance de la mano y de los labios, pero que no supo acariciarme el alma. Quizás se marcho incomprendido, hablando un idioma diferente al que yo podía comprender. Sí, quizás fue así. Quizás fue, un amor veneciano.
 
Para escuchar: Anónimo veneciano interpretada por Ornella Vanoni. La música fue compuesta por Stelvio Cipriani y cantada por Tony Renis en la película, pero yo prefiero la versión de Fred Bongusto o la de Ornella Vanoni, que para mí es la mejor por el sentimiento de su interpretación.


Letra

Cuore, cosa fai
che tutto solo te ne stai.
Il sole è alto e splende già
sulla città.

Al buio tu non guarirai,
non stare lì, dai retta a me.
Di là dai vetri forse c'è
una per te, per te.

Almeno guarda giù
e tra la gente che vedrai
c'è sempre una, una che
è come te.

Un viso anonimo che sà
l'ingratitudine cos'è,
e una parola troverà
anche per te, per te.

E allora te ne vai,
non hai perduto niente ancora.
A un'altra vita, un altro amore
non dare mai.

Il sole alto splende già
sul viso anonimo di chi
potrà rubarti un altro sì,
un altro sì.

Il mondo é lì.
È lì.
La ra la ra la ra
la ra la ra la ra...



Traducción

Corazón, ¿qué haces
que estás tan solo?
El sol está alto y ya resplandece
sobre la ciudad.

En la oscuridad tú no te curarás,
no estarás allí, en la línea recta hacia mí.
Más allá de los vidrios
quizás hay uno para ti, para ti.

Al menos mira abajo
y entre la gente que verás
siempre hay uno,
uno que es como tú.

Una cara anónima
que sabe lo que es la ingratitud,
y que encontrará una palabra
también para ti, para ti.

Y ahora vé,
no tienes perdido nada todavía.
A otra vida, a otro amor,
que se dará.

El sol está alto y resplandece,
en el rostro anónimo de quien
podrá robarte otro sí, otro sí.

El mundo está ahí, está ahí.
Lara, lara, lara
 
 
La película.

Anónimo veneciano (Anonimo veneziano) es una película italiana dirigida por Enrico Maria Salerno en 1970, siendo ésta su opera prima. El argumento de la película es tremendamente romántico, y ciertamente verosímil. Enrico es un oboísta de La Fenice cuya mayor aspiración es ser director de orquesta. Pero todo se trunca cuando le diagnostican una enfermedad mortal. Valeria, su esposa con la que tuvo un hijo y que vive en otra ciudad con otra persona, acude a Venecia tras pedírselo Enrico. En un principio, ella desconfía de él, pues piensa que en el divorcio pedirá la custodia del hijo. Ambos pasean por una Venecia agonizante en su eterno hundimiento, recordando tiempos pasados, no siempre mejores. Finalmente, Valeria comprende que aquel encuentro es en realidad una despedida, que Enrico pretende suicidarse antes de que la enfermedad se cebe con él, pero que le falta valor para hacerlo. Valeria abandona Venecia sin poder ayudar a Enrico, pero dándose cuenta de que todavía está enamorada de él.

La interprete

Ornella Vanoni (Milán, Italia, 22 de septiembre de 1934) es una cantante de música melódica y actriz italiana, una de las intérpretes de música ligera más reconocidas internacionalmente. Tras estudiar en el extranjero, Vanoni vuelve a Milán y se acerca al mundo del espectáculo, iniciándose en 1953 como actriz en la escuela del Piccolo Teatro de Milano dirigida por Giorgio Strehler, su maestro y compañero sentimental durante cuatro años. Strehler le propone cantar tres canciones en los entreactos de I Giacobini de Zardi, que son muy apreciadas por el público y la crítica. En 1956 debuta como actriz en la obra Seis personajes en busca de autor de Pirandello. En 1960 se casa con el empresario Lucio Ardenzi, dos años más tarde nace su hijo, Cristiano. En 1961, graba su primer disco 45 rpm para la discográfica Ricordi, que posee los derechos de toda la nueva generación de cantautores. Sus primeros éxitos como cantante llegan con las conocidas como Canzoni della Mala, un repertorio popular que retrata con dramatismo la mala vida milanesa, junto a algunos temas de Gino Paoli. Ornella Vanoni participa ya en el programa televisivo "Canzonissima" y en varias competiciones (en 1964, con Tu si' 'na cosa grande gana el Festival de Nápoles junto a Domenico Modugno), recita en teatro y da sus primeros pasos en la comedia musical con Rugantino de Garinei & Giovannini, junto a Aldo Fabrizi y Nino Manfredi. Después de ésta llegarían otras experiencias interpretativas, sería secundaria o protagonista de títulos como Amore pericolisi.

En 1965 se separa de su marido, intensifica su actividad como cantante e inicia una trayectoria estelar, llena de éxitos que la lanzan a la fama y la convierten por su elegancia y sensualidad interpretativa en "gran señora" de la canción italiana, en el Olimpo de superestrellas como Mina Mazzini o Milva. En la segunda mitad de los años 60 inicia una relación artística y sentimental con Gino Paoli, quien escribe para ella Senza fine, un gran éxito en Italia. También en 1965 participa por primera vez en el Festival de Sanremo, en el que participará en siete ocasiones, en 1968 quedaría en segunda posición con el tema Casa bianca, cantado a dúo con Marisa Sannia, tema que se haría muy popular.

Su repertorio se enriquece también de temas de autores como Domenico Modugno, Burt Bacharach, Charles Aznavour y Gilbert Bécaud, entre otros. En 1967 logra grandes éxitos televisivos en los que Ornella Vanoni se afirma como refinada y sensual intérprete de la canción melódica italiana. En 1970 participa en el Festival de Sanremo con el tema Eternità, aunque fue con el single siguiente con el que obtuvo su mayor éxito: L'appuntamento (La cita), original en portugués Sentado à beira do caminho de Roberto Carlos y Erasmo Carlos, la versión italiana incluye también la autoría de Bruno Lauzi, llegando al número uno de la lista de éxitos. En 1973 también grabaría la canción de Roberto Carlos Detalhes con el título de Dettagli, otro de sus grandes éxitos. En España se hacen muy populares, donde también obtienen gran éxito su canción Io ti darò di più y la versión que hizo en la banda sonora de la película Anónimo veneciano. En 1974 grabaría dos álbumes excepcionales: A un certo punto y La voglia di sognare. En 1976, graba en directo un disco histórico La voglia, La pazzia, L'incoscienza, L'allegria con Toquinho y Vinícius de Moraes, con gran éxito y de gran repercusión musical, popularizando la música de estos grandes autores brasileños en Italia.

En los años 80, Ornella Vanoni se confirma como la “señora de la canción italiana”, un título que es reconocido por su refinamiento y sus éxitos discográficos continuos. En 1986 Vanoni alcanza uno de sus sueños, la grabación Ornella &…, el álbum doble de atmósfera jazz, con un casting de artistas del jazz internacional como Herbie Hancock, Gerry Mulligan, George Benson o Gil Evans.

En los años 90 inicia una colaboración con Mario Lavezzi, productor y compositor (Insieme a te, Stella nascente o Piccoli Brividi). En 1996, su disco Sheherazade se convierte en disco de oro en Italia. Alberi es la canción con la que Ornella Vanoni participa de nuevo en el 49° Festival de la Canción de Sanremo. En esta ocasión le fue otorgado el premio a su carrera musical.

En 2001, publica dos álbumes con versiones de los años sesenta y setenta y en 2002, junto a Sergio Bardotti, canta el mejor repertorio de Burt Bacharach: todos los temas en italiano con traducción propia, es editado en el álbum Sueños prohibidos; Ornella y las canciones de Bacharach. En el 2003 se publica el álbum Noi, donne noi, escrito de Mario Lavezzi, e interpretado por Ornella Vanoni y Nancy Brilli. En 2004, el tema L'appuntamento en su voz se incluye en la banda sonora de la película Ocean's Twelve.

En septiembre de 2004, después de casi veinte años de su anterior encuentro artístico, vuelve junto a Gino Paoli con un nuevo álbum de temas inéditos Ti ricordi? No non mi ricordo y también se publica el libro Noi due, una lunga storia escrito con Enrico De Angelis, seguido de una gira de conciertos. El éxito conjunto es refrendado con la publicación del doble álbum CD y DVD VanoniPaoli Live.

En 2007 edita el disco Una bellissima ragazza, el primer disco con temas inéditos en solitario desde Argilla (1997), con el que emprende una intensa gira teatral por las más importantes ciudades italianas, en la misma vuelve también a los escenarios de España en 2008 tras dos décadas, y lo hace con sendas presentaciones en el Auditorio Nacional de Madrid y en el Palacio de la Música Catalana de Barcelona

En 2013 edita Meticci (Io mi fermo qui), álbum que publica Columbia con el que oficialmente cierra su discografía aunque sigue cantando en directo.

1 comentario:

  1. De las canciones más romànticas que se han escrito a lo largo de la historia musical. Me encanta esta película de los 70, en esa época se hacía buen cine. Bellas palabras!

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