jueves, 28 de marzo de 2013

La niña de Yucatán


Hace unos días me encontraba en una carretera de Yucatán, cerca de Campeche, cuando vi aproximarse lentamente a una niña de unos cinco años. Caminaba por el asfalto caliente bajo la fuerza del Sol del mediodía. Iba descalza, sucia... pobre, arrastrando un viejo carrito. Esta niña sobrevivía en la miseria en el mismo país en el que vive el hombre más rico del mundo, a no mucha distancia de la opulencia de los estadounidenses que veranean en la costa mexicana del Caribe.

Hoy estoy de regreso a casa, es Jueves Santo y como cada año conmemoro el sacrificio de Jesús por todos los hombres, especialmente por los más débiles. Y es en Él en lo único que encuentro consuelo para tanta injusticia, pues no logro entender la hipocresia de un mundo que recuerda como dolor propio el asesinato de un pobre por los poderosos, mientras vive indiferente ante el sufrimiento de tantos otros pobres dolientes como sigue habiendo.


Para escuchar: El niño yuntero por Joan manuel Serrat.

El niño yuntero 
de Miguel Hernández.

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatifecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepurtura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
u declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

Joan Manuel Serrat es un cantautor, compositor, intérprete, poeta y músico español. Se trata de una de las figuras más destacadas de la canción moderna tanto en lengua castellana como catalana.

sábado, 16 de marzo de 2013

Al borde del precipicio

Soy de esas personas cuya profesión consiste en vivir asomadas, permanentemente, al precipicio de la vida. Muchas veces ajeno, algunas..., propio. Siempre me sorprende ver la cara de estupor de las personas cuando comienza su caída, su incredulidad de lo cerca de ellos que estaba el abismo, su miedo ante la profundidad de su sima personal, lo imprevisto del golpe. Son momentos en los que no siempre, pero sí a veces, la memoria me devuelve el olor de mi propio miedo ante el horror de la caída.

En cierto modo, me veo  a mí mismo como el entomólogo que estudiase un insecto con fría y distante curiosidad, viendo la vida a través de un microscopio, sabiendo que es seguro que a todos los seres, tarde o temprano, su propio precipicio los alcanzará. Es, sólo, cuestión de tiempo.

Para escuchar: "Cruzando el paraíso" de Loquillo.

Letra

Es tan fácil dar,
sin pensar en uno mismo,
vayas a dónde vayas,
encontrarás espejismos.

Somos tan iguales
y a la vista tan distintos,
yo bajando a los infiernos y
tú cruzando el Paraíso.

Para ti la vida que te lleva,
para mí la vida que me quema,
tenías tanto que aprender y
yo tanto por demostrar, por un instante,
la Eternidad.

Nada permanece,
todo se desvanece,
sé que no puedo quejarme,
trataré de no engañarme.
Simple cuestión de tiempo,
llegar al precipicio,
yo bajando a los infiernos y
tú cruzando el Paraíso.

Para ti la vida que te lleva,
para mí la vida que me quema,
tenías tanto que aprender y
yo tanto por demostrar, por un instante,
la Eternidad.

Me sobraba vida para darte,
fotogramas que olvidé al revelarte,
ahora ya es demasiado tarde,
qué difícil es, qué difícil es...

Para ti la vida que te lleva,
para mí la vida que me quema,
tenías tanto que aprender y
yo tanto por demostrar, por un instante,
la Eternidad.

Para ti la vida que te lleva,
para mí la vida que me quema,
tenías tanto que aprender y
yo tanto por demostrar, por un instante,
la Eternidad.

Loquillo, cuyo verdadero nombre es José María Sanz Beltrán es un cantante español de rock. Hasta mediados de 2007, lo acompañaron los llamados Trogloditas (Simón, el último troglodita original, dejó la banda y se quedó con el nombre de Trogloditas). Actualmente se presenta como Loquillo, si bien, acompañado de sus colaboradores habituales, como Igor Paskual o Jaime Stinus.
Página web:  www.loquillo.com

miércoles, 13 de marzo de 2013

El hijo pródigo



Rembrandt ilustró la "Parábola del Hijo Pródigo” del Evangelio de San Lucas en el final de sus días. En estos últimos momentos de vida del pintor, quiso reflejar en esta pintura un tono reflexivo y una forma de hacer balance de una vida llena de triunfos, pero también de multitud de acontecimientos desgraciados.

Como Rembrandt, quizás como casi todos y al igual que el hijo menor de la parábola, yo también partí una vez lleno de soberbia al comienzo de mi vida de la casa de mi padre cargado de propósitos que nunca se cumplieron y de metas que jamás alcancé. Y hoy décadas después, tras haber mantenido yo también la fría mirada del hermano mayor, en la que se encuentra ausente toda caridad, y haber encarnado el amor esperanzado del padre por sus hijos, vuelvo a ser el hijo menor que suplica un lugar en la casa de su padre, siquiera como criado. Vuelvo a sentir la nostalgia de ser amado con un amor no humano, más sútil y verdadero, más pleno y pausado.

La parábola de San Lucas sirve para ilustrar la vida, no sólo de Rembrandt o la mía, sino la de todas las personas que necesitan dejarse abrazar por el amor inextinguible del Padre que abre sus brazos ante nuestro torpe, tardío, condicionado e incompleto arrepentimiento. 

La clave del amor está en este arrepentimiento origen del perdón. Un acto de humildad que es el inevitable punto de partida para poder pasar de ser el hijo que vuelve a casa, a ser el padre y amar con el mismo amor con el que el padre ama al hijo, un amor incondicional, un amor sin límites que no puede entender el limitado horizonte del hijo arrepentido. Por eso no comprendemos la realidad del amor del padre, y por ello hay algo en nosotros, los humanos, que nos hace aferrarnos a nuestros pecados y nos previene de dejar a Dios que borre nuestro pasado y nos ofrezca un comienzo completamente nuevo. A veces, parece como si quisiera demostrar a Dios que mi oscuridad es demasiado grande como para vencerla. Mientras Él quiere devolverme toda la dignidad de mi condición de hijo suyo, yo sigo insistiendo en que me contentaría con ser un jornalero”.

 Para escuchar: "Tú, mi alfarero" de la Hermana Glenda

Letra  de "Tú mi alfarero"

Un día salí yo de tus manos y tuve vida.  
Un día me aleje de ellas y conocí la muerte. 
Alfarero tengo nostalgia de tus manos,
ven a reparar tu cacharro.

Gira que gira, rueda que rueda
siento tus manos sobre mi greda,
me asombra pensar que que tu le quieras.  
Tu cacharro acaba de caerse,
asaba de quebrarse, acaba de encontrarte.

  mi alfarero... tú mi alfarero....
toma barro y vuelve a empezar de nuevo...  
mi alfarero....tú mi alfarero..
toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo.
 
Gira que gira, rueda que rueda
siento tus manos sobre mi greda,
me asombra pensar que tu le quieras.  
Acaso no puedes hacerme de nuevo
acaso no puedes formarme...
 
Tu cacharro acaba de caerse,
acaba de quebrarse, acabda de encontrarte.  
mi alfarero... tú mi alfarero...
toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo..
de nuevo, de nuevo, tú mi alfarero (bis).
 
Toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo.

Nota: "Greda" es la denominación que se da a la arcilla en Chile.

Glenda Valesca Hernández Aguayo es una cantautora española de origen chileno conocida como la Hermana Glenda. Hace veintiún años que se consagró a Dios. Diecisiete con las Hermanas de la Consolación y luego cuatro como "Ordo Virginum". Inicio su carrera musical hace doce años como una forma de evangelización con la música. Se graduó como teóloga en la Pontificia Universidad Gregoriana y como psicóloga en la Universidad Pontificia de Salamanca. Actualmente reside y trabaja en España, es conocida internacionalmente por su ámbito en la música cristiana católica, ha grabado cinco discos y es requerida por diversos paises en los que da multitudinarios conciertos.
Web oficial: http://hnaglenda.org/es/
 



miércoles, 6 de marzo de 2013

Un día más

Y quien, en un día lluvioso de final del invierno como hoy, no ha tenido "un día más".


Para escuchar: "Un día más" del duo "Lejos de Allí"

Letra
Hoy, ya se han quedado en tu almohada las luces del alba.
Hoy, te has levantado deprisa dormida y callada, otra vez.
Hoy, hoy te pusiste el sosten sobre tu piel mojada.
Hoy hoy te abrochaste la falda y te fuiste de casa., hoy.

Hoy te pierdes en el frío envuelves en tu abrigo toda tu ansiedad,
siento que los días vividos se han medio perdido cuando tú no estás.
Maribel...

Hoy, has ayudado a tu jefe que a veces se pasa.
Hoy, se te escapoó la mañan tecleando tu máquina.
Hoy, hoy.

Hoy, te ha sorprendido esa amiga que siempre callaba.
Hoy ha descubierto por fin que estaba embarazada.

Hoy te pierdes en el frío envuelves en tu abrigo toda tu ansiedad,
sientes que los días vividos se han medio perdidoen la oscuridad.

Maribel no hay nada más que lo que puedas acariciar cuando te entregas para romper la soledad,
y después, puedas pensar que lo que tienes es algo más que el agua nieve de cada día en la ciudad..
Maribel...

Hoy te pierdes en el frío envuelves en tu abrigo toda tu ansiedad,
sientes que los días vividos se han medio perdidoen la oscuridad.

 Maribel no hay nada más que lo que puedas acariciar cuando te entrregas para romper la soledad,
y después, puedas pensar que lo que tienes es algo más que el agua nieve de cada día en la ciudad..
Maribel...