sábado, 19 de diciembre de 2015

Jacinto, el poeta que fue del amor a la muerte

 
Hoy quiero pagar una deuda sentimental con mis propios orígenes, rescatando del olvido a una persona que para mí fue entrañable: "el primo Jacinto".
 
Jacinto era un primo de mi madre, que de vez en cuando me sostenía en sus rodillas jugando conmigo, cuando yo apenas tenía dos años. Era un extremeño recio, hombre bien parecido a pesar de su corta estatura, bondadoso y de escasas, muy escasas letras. Pero su carencias culturales nunca fueron brida suficiente para amarrar al silencio los impulsos de su corazón de poeta. Escribía versos, que no ripios, de calidad razonable y con desigual fortuna, quizás según el día, su humor o, simplemente el clima. Y con ellos gustaba de agasajar a los que amaba. Siendo joven se enamoró de una chica sencilla, coqueta, de parecida altura y horas de escuela, y entrambos, a trompicones, nació un romance que los marcó profundamente.

El servicio militar y la distancia les nubló la vista hasta dejar de verse. Y pasaron los años y los fríos y caminaron por la vida separados, pero malditos. Ninguno tuvo fortuna en el amor. Claro que se casaron, aunque nunca supieran muy bien por qué, y tuvieron hijos como era lo obligado. Pero el silencio compartido de sus matrimonios terminó, como terminan todas las cosas sin valor, abandonado en un rincón. Tiempo después, un día laborable como cualquier otro, al doblar una esquina de una calle cualquiera se encontraron uno frente a otro, treinta años después. No recuerdo lo que se dijeron, a pesar de que Jacinto me lo contó, pero si sé que nunca más volvieron a separarse.

Jacinto murió poco después de reencontrarse con el amor de su vida, siendo reprobado por el mundo bienpensante de entonces, que los había condenado a la soledad antes que tolerar un "adultero" amor en sociedad. Pero Jacinto obtuvo el triunfo que su corazón anhelaba: fue fiel a su verdadero amor, hasta la muerte. Y con ello, como se dice en el Quijote, "la muerte no triunfó de su vida con su muerte"
 
Esta noche del ya casi invierno en el que lo recuerdo, su historia me trae a la memoria al anónimo que se preguntaba: "¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte? ¿se muere el amor? ¿o se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.".
 
Para escuchar: "Crónica de un viejo amor" de Braulio
 
Letra
 
Creo que te quise desde siempre,
desde aquel lluvioso día
en que llegaste al vecindario.
Tenías alambres en los dientes,
unas pecas deliciosas,
y colita de caballo.

En el colegio siempre fui tu defensor,
no sé de forma mas ingenua de gritar amor.
Porque te amaba, te amaba
con infantil devoción.
 
Y fue en la fiesta de tus quince
cuando se rompió mi sueño,
de repente en mil pedazos.
Te vi bailar toda la noche,
abrazada a tu pareja,
tan feliz entre sus brazos.

Justo esa noche yo iba hablarte de mi amor,
y mi rival, al parecer, se adelanto.
Y tu alegría, como me hería,
allí nació el perdedor.
 
Fue el muchacho aquel,
quien años después,
para mi condena
se caso contigo.
Te vi ante el altar radiante y feliz,
como un día soñara
que fuera conmigo.
 
Y ahora me cuentan los amigos,
que has vivido muchas penas,
que tu unión quedó en fracaso.
Y que te lames las heridas,
entregándote a tus hijos,
con el alma hecha pedazos.

Yo por mi parte he seguido siendo fiel
a aquel amor que nunca antes te confesé
porque aún te amo, aún te amo,
como la primera vez.
 
Cuando recibas ésta carta,
tal vez ya ni me recuerdes,
han pasado veinte años.

Pero si buscas en el álbum
de la fiesta de tus quince,
no te llamarás engaño.

Yo soy el flaco que te mira con pasión,
en cada foto que aquella noche se tomó,
y el que te espera, hasta que quieras
con la más fiel devoción.
 
Esta es la crónica sincera
de un viejo y callado amor.
Esta es la crónica sincera
de un viejo y callado amor...

Braulio Antonio García Bautista, más conocido como Braulio (Santa María de Guía, Gran Canaria, España, 22 de Julio de 1946), es un cantante y autor español. Con una carrera profesional iniciada en 1973 y reiniciada en 1983, su palmarés es amplio: Obtuvo premios en los festivales de Benidorm (1973, 1975 y 1981) y Alcobendas (1974 y 1975), ganó por votación popular la representación de TVE en el Festival de Eurovisión 1976, donde terminó en el puesto 16 de entre los 18 participantes, y la Gaviota de Plata del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar de 1979 (Chile). Además, consiguió galardones también en Rostock (Alemania Oriental, 1980) y en Japón (Yamaha, 1982). Después de tener una trayectoria muy consolidada en España, se trasladó a vivir a los Estados Unidos. Con el tiempo, ha conseguido en América Latina y en Estados Unidos un respaldo de los medios especializados y del público.


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