viernes, 18 de mayo de 2018

El amor es un sueño... que se va.


Era una noche de primavera 
la noche en la que la conocí. 
Cuando la vida 
ya no permitía 
amores burocráticos, 
de esos para cumplir, 
con horario de ocho a tres, 
pausa para el café 
y fiestas de guardar. 

La amé intensamente, 
como se hace 
cuando se quiere 
sin querer. 
Sí, la ame a mi pesar, 
y quizás por eso 
me pesó tenerla que perder, 
ver como se alejaba, 
lentamente, 
con cierto aire indiferente, 
de quién sabe 
que no va a volver.

Pero antes de irse, 
en aquel rectángulo 
en el que nuestras pieles 
se enfrentaron, 
se desafiaron sin querer, 
la observé dormida, 
sabiendo que la iba a perder. 
Y tomando el teléfono, 
en WhatsApp escribí estos versos, 
para que, cuando ya no estuviera, 
los leyera recordando el ayer.

Acabas de dormirte
tendida a mi lado,
y observo hipnotizado
el ritmo  de tu corazón 
y mis miradas, acompasados.
Ahora, que te sé perdida en el sueño,
quiero prometer que, cada mañana,
le daré viento a tus alas,
y se detendrá mi pulso
si me falta tu voz.

Vivir, para mí,
será navegar en el mar de tu vida,
olvidando a tu lado 
el temporal cotidiano
de las viejas rutinas,
vencido por el deseo,
que traza el rumbo de mis besos
en el mapa de tu piel,
buscando el puerto seguro
de tus labios
en los que beber.
No olvides nunca que,
con cada caricia de mis manos,
las huellas de mis dedos
en tu cuerpo han dejado,
el rastro indeleble en tu vida,
de mi ser.


Que, desde hoy,
en ti comienzan y terminan
todos los caminos,
los viajes de vuelta
y las paradas de descanso en el camino;

Porque tú resumes todos mis destinos,
los viajes de trabajo,
los fríos aeropuertos,
las estaciones de paso,
los días grises,
los jubilados despistados,
los adolescentes enamorados,
las vacaciones de verano,

los martinis on the rocks.
Los amores que no fueron,
los que fueron y se fueron,
frustrados, incapaces, indolentes,
incoherentes, insuficientes

para hacer sentir amor.

No puedo jurarte amor eterno,
quizás por no serlo yo,
pero sí puedo decirte 
sin dudas y sin miedos
que, si me amas,
antes de que se acaben los abriles
en los que mi amor te acompañe,

me acabaré yo.
Duerme princesa,
que yo velo tu sueño,
sueña que te aman,
sin temor, 
que estando a tu lado
los sueños no se acaban;
y si, por soñar, sueñas despierta,
soñaremos juntos el dulce sueño
que da sentido a la vida.

Ese sueño que,
alcanzar todos sueñan:
el sueño del amor.

Voy a sentir como respiras
avaro de tus minutos, 
de tus besos.
Dejaré mi mano 
apoyada en tu espalda,
delicadamente, 
con cuidado de no despertarte, 
y reposando mi cabeza 
junto a tu cabello
en la almohada,
dejaré que me venza la vida…
dormido junto a ti, 
soñando este sueño de amor.


Para escuchar: Amor eres como un día de Charles Aznavour.

Letra

Amor, eres como un día,
Que se va, que se va…
Amor, eres como un día,
Con el sol en la frente,
Con la Luna en los ojos
Y la lluvia en el alma.

Amor, eres como un día,
Que se va, que se va…
Amor, eres como un día,
Tú siembras la añoranza
Y en tu dulce labranza,
Tu sueño es esperanza.

Amor, eres como un día
Y te vas mi amor…

Amor, eres como un día,
Que se va, que se va…
Amor eres como un día,
Que nace muy de prisa,
Que pasa con la brisa
Y muere sin sonrisa.

Amor, eres como un día,
Que se va, que se va…
Amor, eres como un día
Que se mira en un rostro,
Que no es ni aquél ni otro,
Sino el mirar de otro.

Amor. eres como un día
Y te vas mi amor…

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