La vida es un camino que todos hemos de recorrer, y para alumbrarlo al nacer nos ha sido dada una luz interior, una energía originada en la más absoluta bondad que brilla en lo más profundo de nuestro corazón infantil. A medida que crecemos, algunos ven cómo la negrura del odio y del rencor, de la envidia y del egoísmo, de la codicia y la vanidad, extiende su manto sobre su luz mitigando su fuerza hasta convertirla en un hilo de luminosidad que a duras penas sirve para orientarse, para terminar finalmente por extinguirse. Sumidos en la oscuridad, desorientados por una noche que no sabemos cuándo acabará, en esta involuntaria ceguera, es fácil tomar cualquier camino equivocado al parecernos todos iguales. Así es como muchos emprenden el camino sin retorno de su perdición y, extraviados en la noche son pasto de las fieras. Otros, los que sufrieron el azote del viento sobre su luz interior debilitándola sin que llegara a apagarse, que consiguieron superar parte del camino alumbrados por una pequeña llama, indecisos y temerosos, se detendrán y aguardarán, estáticos, inmóviles, incapaces de continuar. Han perdido la energía que les daba su luz y con ella la fe, la esperanza, la capacidad para cerrar los ojos y... confiar, volver a creer. Así, solos en la oscuridad y abandonados a su suerte, correrán el peligro de no concluir su camino, de no llegar a ninguna parte y de que su viaje quede frustrado.
Es en este momento cuando más necesarios son esos seres fantásticos, esos ángeles que olvidaron el camino del cielo para volver junto a Dios: las hadas. Esos bellos seres que con su luz nos iluminan el camino, y que tomándonos de la mano, nos devuelven la inocencia, la fe y la esperanza para continuar.
Para escuchar: El bosque de las hadas de Enya
Eithne Pádraigín Ní Bhraonáin (Gweedore, Donegal; 17 de mayo de 1961), más conocida simplemente como Enya, es una cantante y compositora irlandesa. En 1968 sus hermanos Pól y Ciarán, su hermana Máire (o Moya) y sus tíos gemelos Noel y Padraig Duggan formaron una banda que llamaron An Clann As Dobhar, que se renombró Clannad (como una fusión de su nombre en irlandés: An Clann as dobhar) en 1970. El grupo alcanzó gran reconocimiento en su país. En 1979, el entonces productor de Clannad, Nicky Ryan ofreció a Enya un cupo en la banda, aceptando inmediatamente Enya se unió con 18 años de edad. En 1982, Enya se asoció al productor musical Nicky Ryan con la intención de componer e interpretar su propia música. El reconocimiento internacional lo alcanzó con su álbum Watermark en 1988. Ha publicado ocho álbumes y reside en un castillo en Orlanda. A pesar de quienes quieren ver en ella a un mito musical del movimiento new age, Enya se sigue afirmando como católica.
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