viernes, 22 de enero de 2016

Sobrevivir


La realidad siempre es dual, casi todo tiene su lado bueno y su lado malo, como una moneda que tuviera dos caras. Una moneda que en cada época es fabricada con distintos materiales. Hay épocas heroicas en las que se fabrica de hierro y de bronce, épocas en las que se acuña con oro y plata, y otras, que parece que fueran falsas, hechas de vil cobre o de latón bruñido y brillante, pero nada valiosas, son sólo apariencia. Pienso que estamos viviendo en una de estas últimas, y entre la general decadencia de todo lo bello que he amado, lo más terrible, lo más hiriente, es la vulgaridad y el tono chabacano y ordinario que alcanza a la idea de belleza, de bondad y de justicia imperante. Y uno de los síntomas de este tono plebeyo del momento que nos toca vivir, es que, como decía Antonio Machado, la cabeza se usa más para embestir que para pensar. Y en este clima de general miseria, los que pretendemos mantener cierta decencia y un mínimo de respeto por nosotros mismos, vivimos como podemos y nos dejan, saliendo adelante entre días buenos y malos, convirtiéndonos a nuestro pesar en héroes, pero héroes cansados. Sin embargo, la mayoría se conforma y se convierten en seres egoístas por degeneración, que no por vocación, por pura hambre de supervivencia. Seres casi vegetales, que viven como si fueran plantas, por la pura inercia de su función vital. Vidas que se asoman a cada mañana como si sólo les restara sobrevivir al desaliento, a la nada de los días que se suceden y a la tristeza que la mentira nos impone como una condena, sin ninguna aspiración vital. Así es como la existencia se convierte en algo anodino, limitado a lo material e inmediato, a lo prosaico, que preside nuestra manera de vivir reduciéndonos a ser gentes que ya nada esperan, mientras ahogan su vacío en placeres efímeros.
 
Y a los que nos negamos a esa vida, sólo nos queda vivir para sobrevivir, y hacerlo asidos a un poema que flota en nuestra memoria como un salvavidas manido, tan pobre en nuestro recuerdo, que sólo está compuesto por un verso. Sobrevivir al rencor que sentimos por la mezquindad de este tiempo, y a nuestra propia miseria, que nos lleva a hacer trampas en este solitario que es el juego de la vida, en un intento vano de engañarnos a sabiendas de que no habremos de conseguirlo. Sobrevivir a las noches y a lo sórdido de sus madrugadas, terminadas tristemente en la turbia embriaguez de unos besos con crueldad mentidos, de unos corazones inútiles, cuya insuficiencia apenas disimula la sucia lascivia de su torpe instinto.

Malvivir, sobrevivir, quizás pueda ser ración suficiente para la mayoría, pero es parca recompensa para quienes habiendo querido serlo todo, nada han sido.
 
Para escuchar: Abrazado a la tristeza.
Poema de Manuel Chinato interpretado por Extrechinato y tú.
 
Letra

He salido a la calle abrazado a la tristeza:
vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena.


Soledad que te pegas a mi alma
en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores sin amores.
Ilusiones puras y puros conformismos,
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo y nunca estarlo.

Los llantos desconsolados que estrangulan las gargantas;
los ancianos encorvados: parece que la tierra les llama.

Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas
y verás de nuevo a quien te ama borracho;
borracho de amores y libertades.
Y también de vinos por olvidarte. Borracho...

Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Y si surgen saludos y palabras
tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada,
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.

La justicia está arrestada por orden de la avaricia;
el dinero que te salva es el mismo que te asesina.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores y locura.

No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras;
sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores y locura.

Extrechinato y tú fue un proyecto musical de rock español formado por Roberto Iniesta, "Robe", cantante y guitarrista de Extremoduro, Iñaki "Uoho" Antón, guitarrista de Extremoduro y Platero y Tú, y Adolfo "Fito" Cabrales, cantante y guitarrista de Platero y Tú y Fito & Fitipaldis. El proyecto fue ideado para poner música a las letras del poeta Manolo Chinato, haciéndole a la vez un homenaje. El único disco del grupo, titulado Poesía básica, gira en torno a los poemas de Manolillo Chinato, autor de las letras de la mayoría de las canciones (de ahí el nombre del grupo, Extremoduro, Manolo Chinato, Platero y Tú).


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