domingo, 10 de abril de 2016

El amor perdido

 

¿Quién no ha olvidado algo a lo largo de su vida? Un folio en un rincón de la cartera, la lista de las compras que precisábamos realizar o quizás el resguardo de la gabardina que dejamos para limpiar en la tintorería, y que "debería estar justo aquí". Todos hemos olvidado algo en algún momento, en algún lugar. ¿Quién no? Pero cuando lo que olvidamos aun formando parte de nuestra vida cotidiana carecía de una importancia esencial, el olvido no representó más que un pequeño inconveniente. Por el contrario, cuando lo olvidado daba sentido a nuestras vidas, no resulta extraño que su ausencia nos dejase una sombra en la mirada y un tono oscuro de callejón en la voz.
  
 
 
Para escuchar: La canzone dell'amore perduto de Fabrizio de André
 
 Letra
 
Ricordi sbocciavan le viole
con le nostre parole:
"Non ci lasceremo mai, mai e poi mai".
 
Vorrei dirti ora le stesse cose,
ma come fan presto, amore, ad appassire le rose
così per noi.
 
L'amore che strappa i capelli
è perduto ormai,
non resta che qualche svogliata carezza
e un po' di tenerezza.
 
E quando ti troverai in mano
quei fiori appassiti al sole
di un aprile ormai lontano,
li rimpiangerai.
 
Ma sarà la prima
che incontri per strada
che tu coprirai d'oro

per un bacio mai dato,
per un amore nuovo.
 
E sarà la prima
che incontri per strada,
che tu coprirai d'oro

per un bacio mai dato,
per un amore nuovo.
 
 
 Traducción
 
¿Recuerdas?, se abrían las violetas
con nuestras palabras:
"No nos dejaremos nunca, nunca
y nunca"
 
Quisiera decirte ahora las mismas cosas,
pero así como pronto, amor, se marchitan las rosas,
lo mismo nosotros.
 
El amor que arranca los cabellos
ya se ha perdido,
no queda más que alguna desganada caricia
y algo de ternura.
 
Y cuando te encuentres en la mano
flores marchitas
al sol de un abril ya lejano,
las añorarás.
 
Pero será a la primera
que encuentres por la calle,
a la que cubrirás de oro
por un beso nunca dado,
por un nuevo amor.
 
Y será a la primera
que encuentres por la calle,
a la que cubrirás de oro
por un beso nunca dado,
por un nuevo amor.

Fabrizio De André (Génova, 18 de febrero de 1940 – Milán, 11 de enero de 1999), fue un cantautor italiano. Muchas de sus canciones cuentan historias de marginados, de rebeldes y de prostitutas. Las letras, entre las que se incluyen textos en lengua ligur, son incluso estudiadas como expresión importante de la poesía italiana del siglo XX. Faber, su sobrenombre más común, se atribuye a su amigo de la infancia Paolo Villaggio. En sus 40 años de actividad musical produjo 15 álbumes, una cifra relativamente modesta, quizás determinada por la gran atención que el autor prestaba a la calidad de sus obras. La popularidad y el alto nivel artístico de sus obras, llevaron a numerosas instituciones a dedicarle calles, plazas, parques, bibliotecas y colegios tras su muerte. Sus primeros discos son de los años sesenta, cuando empezó a afirmarse en su peculiaridad de cantautor culto y ecléctico, mezclando con sabiduría la tradición y las atmósferas de los cantautores franceses. "Tutti morimmo a stento", de 1968, es el primer álbum concepto publicado en Italia, y cuenta, en una atmósfera algo psicodélica, historias de drogadictos, de locos, de reyes tristes y niños que miran el mundo en guerra. En este mundo de vencidos, la mirada del autor es siempre profunda, tajante, hondamente humana. En 1970 sale otro álbum concepto, "La buona novella". En un momento de protesta estudiantil muy combativa, un disco sobre la vida de María parece a todos casi una traición. Como si un disco sobre la Virgen María, Jesús y José, con letras inspiradas en los evangelios apócrifos, no pudiera ser algo también fuertemente político. Calladas las perplejidades del momento, el disco se impuso con una fuerza profética, poética y humanista que el tiempo no ha corrompido. Con "Non al denaro, non all'amore né al cielo" (1971), De Andrè decide poner en música la célebre "Antologia di Spoon River" de Edgar Lee Masters. A pesar de ser un proyecto "intelectual", De André y el pianista Nicola Piovani logran hacer un disco vivo, completo, por momentos casi sublime. Canciones como "Un giudice" o "Il suonatore Jones" se han impuesto en la memoria colectiva. "Storia di un impiegato" (1973), otro álbum concepto, inspirado en el mayo francés y en la contestación del 68, es uno de los discos más intensos, discutidos y citados del cantautor. Contando la historia de un empleado frustrado que, tras observar las protestas juveniles, decide dedicarse al terrorismo, De André se interroga sobre el poder, la violencia, el sistema judicial, la sociedad de su tiempo. "Canzone del maggio", con su repetida frase, dirigida al poder, "per quanto voi vi credete assolti, siete per sempre coinvolti" ("aunque os creáis absueltos, estáis para siempre involucrados"), es una canción que todavía tiene, en la Italia de hoy, un sentido político muy fuerte y ha sido utilizada en varios eventos de protesta. En los años sucesivos De André colabora con varios artistas, entre los cuales figuran Massimo Bubola (con el cual trabajarà en dos discos: "Rimini", 1978 y "L'indiano", 1981) y el cantautor Francesco De Gregori ("Volume VIII", 1975). Un gran cambio se verifica con "Crêuza de mâ", en 1984, en colaboración con Mauro Pagani: Un importante trabajo de investigación tanto musical como lingüística, ya que se trata de un disco enteramente en idioma genovés. Constituye una galería de personajes y paisajes, muy mediterránea, con sonoridades también turcas y griegas. "Le nuvole" (1990) es la suma de las varias colaboraciones de los últimos años (Mauro Pagani, Massimo Bubola, Ivano Fossati). El disco, muy eclético, está dividido en dos partes: La primera, dedicada al poder, es en italiano, mientras que la segunda, encarnando la voz del pueblo, es en dialecto, tanto en genovés como en sardo, que De André conoce bien por haber vivido muchos años en Cerdeña, donde llegó a sufrir un secuestro de varios meses junto a su mujer Dori Ghezzi en 1979. "Anime Salve" (1996), es el último disco de De André: Muy complejo, mezcla influencias rítmicas sudamericanas con sonoridades gitanas y de la tradición regional italiana. En colaboración con Ivano Fossati, puede considerarse su trabajo más intenso y completo, por las temáticas y sonoridades que abraza y por el número de músicos e instrumentos involucrados. En el verano de 1998 le diagnosticaron un cáncer de pulmón. La gira en curso fue interrumpida. En la noche del 11 de enero de 1999 Fabrizio de André murió, en el hospital especializado en cáncer de Milán donde había sido internado por el empeoramiento de su enfermedad.
 
http://www.fabriziodeandre.it/


1 comentario:

  1. Nadie olvida lo que le da sentido a su vida. Lo que ocurre, es que a veces, lo que en un momento dado nos hacía sentir plenos, de repente parece que ya no le encontramos sentido,y nos hace sentir dentro de un puzle en el que no encajan las piezas. Llegados a esa situación es muy normal pensar que no estás completo. Sentirás que has naufragado en tu propia vida, hasta que en un día, en el futuro, vuelvas a encontrar algo que llene ese hueco que quedó....
    Siempre recordarás con una cierta melancolía aquellos momentos de tu vida en los que la sensación de plenitud invadía tu alma.

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