jueves, 6 de septiembre de 2018

Hoy la vida se me antoja


Hoy la vida se me antoja
torpe, absurda y coja,
como un ladrón que se delata,
como el amor que me ata
a vivir para siempre sin ti.

Que sin tu amor
el alma se me acorta,
como se acortan
los días de verano,
al verlos septiembre morir.

Y no sé cómo quieres
que te olvide y que reniegue,
de un amor que fue alivio
antes de convertirse en delirio,
y perderse por ahí.

Y al verlo partir, abatido,
lo vi alejarse en el río del olvido,
dejando atrás los sueños acabados,
que se tornan recuerdos angustiados
del amor que yo viví.

Ahora sólo quedan amores fingidos,
besos aborrecidos,
y no queda más remedio
que tirar por la calle de en medio,
y volverme a mentir.

Recitando en voz baja
versos escritos a navaja,
que a ritmo de bolero
marquen en mi pulso los "te quiero" ,
que me quedaron por decir.

Para escuchar: Romance de Curro "El palmo" de Joan Manuel Serrat.

Letra

La vida y la muerte
bordada en la boca
tenía Merceditas
la del guardarropa.

La del guardarropa
del tablao de "El lacio",
un gitano falso,
ex-bufón de palacio.

Alcahuete noble,
que al oír los tiros,
recogió sus capas
y se pegó el piro.

Se acabó el jaleo,
y el racionamiento
le llenó el bolsillo,
y montó este invento,
en donde "El Palmo"
lloró cantando... 

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad...
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha. 

Mil veces le pide
- y mil veces que "nones" -
de compartir sueños
cama y macarrones.
Le dice, burlona:
" Carita gitana,
¿Cómo hacer buen vino
de una cepa enana?"

Y Curro se muerde
los labios y calla,
pues no hizo la mili
por no dar la talla.

Y quien calla, otorga,
como dice el dicho...
Y Curro se muere
por ese mal bicho.
Ay! Quien fuese abrigo,
para andar contigo.

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad...
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Buscando el olvido
se dio a la bebida,
al mus, las quinielas...
Y en horas perdidas
se leyó enterito
a Don Marcial Lafuente
por no ir tras su paso
como un penitente.

Y una noche, mientras
palmeaba "farrucas",
se escapó Mercedes
con un "cura-pupas"
de clínica propia
y Rolls de contrabando.
Y, entre palma y palma,
Curro fue palmando
entre cantares
por soleares. 

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad...
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Quizás fue la pena
o la falta de hierro.
El caso es que un día
nos tocó ir de entierro.
Pésames y flores,
y una lagrimitas
que soltó la Patro
al cerrar la cajita...

A mano derecha,
según se va al cielo,
veréis un tablao
que montó Frascuelo,
donde, por las noches,
pa las buenas almas,
el Currito "El Palmo" 
sigue dando palmas.
Y canta sus males 
por celestiales.

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad...
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

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