Recuerdo con añoranza cuando mi madre me decía que no sabemos cuanto amamos a alguien hasta que lo perdemos, y ahora que hace algunos años que se marchó, sé cuanta razón tenía. La vida me ha deparado el infortunio de perder seres amados en más de una ocasión, unas veces porque se cumplió su ciclo vital y otras porque un día decidieron marcharse por propia voluntad de mi amor y de mi vida. Con esta idea como bagaje, no he dejado ni un sólo día de decirles a quienes amo lo que siento por ellos, sabiendo que cada instante puede ser el postrero, y que nunca sé si podré volver a hacerlo o si esta frase será lo último que les quede de mí. Y vivo esta realidad sin angustia, con la naturalidad de quién hace mucho tiempo hizo su equipaje y está siempre dispuesto, o todo lo dispuesto que se puede estar, a perder la presencia de quienes amamos.
Por eso no entiendo a quienes teniendo la ocasión de amar y de decir «te amo», se retraen y guardan silencio reservando con avaricia sus palabras, en la creencia absurda de que el tiempo no tiene el valor único que realmente tiene, y que mañana estarán a tiempo de decir cuanto había que decir. Y tampoco puedo comprender a quienes por cobardía, pereza o cálculo no viven el amor como una absoluta necesidad, porque el amor, cualquier clase de amor, debe vivirse intensamente, ilimitadamente, arriesgadamente, sabiendo que es un juego en el que empeñamos la vida y que tras cada "te quiero" pronunciado rutinariamente puede encontrarse la separación definitiva, por lo que nunca hay que perder la oportunidad de decir cada día de forma sentida y verdadera a quienes llevan nuestro corazón con ellos: «Te amo, te quiero».
Por eso no entiendo a quienes teniendo la ocasión de amar y de decir «te amo», se retraen y guardan silencio reservando con avaricia sus palabras, en la creencia absurda de que el tiempo no tiene el valor único que realmente tiene, y que mañana estarán a tiempo de decir cuanto había que decir. Y tampoco puedo comprender a quienes por cobardía, pereza o cálculo no viven el amor como una absoluta necesidad, porque el amor, cualquier clase de amor, debe vivirse intensamente, ilimitadamente, arriesgadamente, sabiendo que es un juego en el que empeñamos la vida y que tras cada "te quiero" pronunciado rutinariamente puede encontrarse la separación definitiva, por lo que nunca hay que perder la oportunidad de decir cada día de forma sentida y verdadera a quienes llevan nuestro corazón con ellos: «Te amo, te quiero».
Para escuchar: Si nos quedara poco tiempo de Chayanne.
Letra
De vuelta a la rutina,
nos vestimos sin hablarnos,
la prisa puede más que la pasión.
nos vestimos sin hablarnos,
la prisa puede más que la pasión.
Me pesa cada día.
Los recuerdos y los ratos
como dardos clavan este corazón.
Y la melancolía
me ataca por la espalda sin piedad,
y de pronto me pongo a pensar.
Y si nos quedara poco tiempo,
y si mañana acaban nuestros días,
y si no te he dicho suficiente, que te adoro con la vida.
Y si nos quedara poco tiempo,
y si no pudiera hacerte más el amor,
y si no llego a jurarte que nadie puede amarte más que yo.
La tarde muere lenta,
y las horas me consumen.
Estoy ansioso por volverte a ver.
Estoy ansioso por volverte a ver.
No puedo comprenderlo.
Como fue que la costumbre,
Como fue que la costumbre,
cambió nuestra manera de querer.
Y la melancolía
Y la melancolía
me ataca por la espalda sin piedad.
Y de pronto me pongo a pensar...
Y de pronto me pongo a pensar...
Y si nos quedara poco tiempo,
y si mañana acaban nuestros días.
Y si no te he dicho suficiente, que te adoro con la vida.
Y si no te he dicho suficiente, que te adoro con la vida.
Y si nos quedara poco tiempo.
Y si no pudiera hacerte más el amor.
Y si no llego a jurarte, que nadie puede amarte más que yo.
Nadie sabe en realidad,
Nadie sabe en realidad,
que es lo que tiene.
Hasta que enfrenta el miedo de perderlo para siempre.
Y si nos quedara poco tiempo,
y si mañana acaban nuestros días.
Y si no te he dicho suficiente, que te adoro con la vida.
Y si nos quedara poco tiempo.
Hasta que enfrenta el miedo de perderlo para siempre.
Y si nos quedara poco tiempo,
y si mañana acaban nuestros días.
Y si no te he dicho suficiente, que te adoro con la vida.
Y si nos quedara poco tiempo.
Y si no pudiera hacerte más el amor.
Y si no llego a jurarte, que nadie puede amarte más que yo.
Elmer Figueroa Arce (San Lorenzo, Puerto Rico; 28 de junio de 1968), más conocido por su nombre artístico Chayanne, es un cantante, bailarín y actor puertorriqueño de éxito internacional, que ha vendido más de 40 millones de discos en todo el mundo. Entre sus sencillos más exitosos se encuentran; «Fiesta en América», «Tú pirata soy yo», «Tiempo de vals», «Provócame», «Baila Baila», «Lo dejaría todo», «Yo te amo», « Torero», «Un siglo sin tí», «Te echo de menos», «Si nos quedara poco tiempo», «Me enamoré de tí», «Humanos a marte», entre otros más.
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