El palpitar de tu corazón
en el tacto de tus manos,
la caricia de tus dedos,
y el susurro de tu voz,
llamándome a la batalla
de los cuerpos.
Y cada gemido
es un trueno.
Y cada orgasmo
es un rayo,
que retumba en mi cielo,
que se clava en mi pecho.
Y así, poco a poco,
paso a paso,
cuerpo a cuerpo,
vuelvo a ser
junto a ti,
aquel pobre niño pequeño.
en el tacto de tus manos,
la caricia de tus dedos,
y el susurro de tu voz,
llamándome a la batalla
de los cuerpos.
Y cada gemido
es un trueno.
Y cada orgasmo
es un rayo,
que retumba en mi cielo,
que se clava en mi pecho.
Y así, poco a poco,
paso a paso,
cuerpo a cuerpo,
vuelvo a ser
junto a ti,
aquel pobre niño pequeño.
Para escuchar: Una mirada de Edgar Oceransky.
Letra
Una mirada
tan diferente
y una sonrisa
que brillaba entre la gente.
Una caricia para mis ojos
y mi sangrante corazón
tus labios rojos.
¿Dónde has estado
niña de mi alma?
Llevo cien vidas
esperando tu llegada ,
en cuantas calles
y madrugadas,
en cuantos ojos
he buscado esa mirada.
¿A dónde vas?
no escapes más.
Esto es destino,
no es una casualidad.
Verte llegar
fue descansar.
Llevo buscándote
toda una eternidad.
Ven a llenarme de caricias.
Ven a curarme las heridas.
Ven a salvarme de esta eterna... soledad.
que yo buscaba.
ese milagro que esperaba en mi ventana
el paraiso
que yo soñaba
hoy que te encuentro
te suplico
que no te vayas.
No escapes más.
Esto es destino
no es una casualidad.
Verte llegar
fue descansar.
Llevo buscándote
toda una eternidad
¿A dónde vas?
No escapes más.
Esto es destino
no es una casualidad.
Verte llegar
fue descansar.
Llevo buscándote
toda una eternidad.
Ven a llenarme de caricias.
Ven a curarme las heridas.
Ven a salvarme de esta eterna soledad.
Ven a salvarme de mi eterna... soledad.
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